Permitidme que publique este breve post en el blog pero es que, tras leer la última entrada y su sugerente título -Quién enseña a quién- me he acordado de un vídeo que vi ayer mismo y que viene a responder a dicha pregunta. Espero que os guste y os dibuje una sonrisa (e, incluso, alguna mueca de sorpresa)
Como dirían los amigos de este niño: 'OMG'! Es increíble, qué barbaridad. Si es que parece que ya no nacen con la barra de pan debajo del brazo, ¡sino con el Ipad! Sin palabras.
ResponderEliminarPor cierto, qué envidia, ¿no?
Pregunta: ¿cómo aprenderá este niño cuando vaya a la escuela? ¿Será nuestro alumno dentro de 12 años? ¿Cómo podremos asegurar que respondemos a sus necesidades para que aprenda español? Hace pensar.
ResponderEliminarYo creo que si alguien le da a este niño una fotocopia en su etapa educativa posiblemente reaccione igual que si a mí me dan dos piedras para hacer fuego. :D
ResponderEliminarIncreíble! Nunca los había visto tan pequeños. La verdad es que impresiona y da miedo al mismo tiempo. Lo que está claro es que a los oftalmólogos y ópticos no les van a faltar clientes en el futuro porque habrá cada vez más miopes. (Cuando la distancia del horizonte visual se reduce tanto, y ya desde los primeros meses de vida, la miopía aumenta a pasos agigantados).
ResponderEliminar(Sergio, las dos piedras las debes frotar una contra otra, y poner debajo la fotocopia. Si además usas el iPad apuntando hacia el Sol, quizás consigas acelerar la ignición con el efecto lupa.)
El vídeo es increíble. Desde luego, es un buen ejemplo de lo que significa el futuro docente pero también da un poco de miedo pensar en las horas que el niño se ha pasado con el iPad. Espero que no se convierta en una herramienta como el vídeo para algunos padres, "distractores" de pequeños para que no molesten demasiado... Desde luego, bien usado, como todo, es una herramienta formidable.
ResponderEliminarRealmente impresionante...
ResponderEliminarLo primero que pensé cuando vi este vídeo es la distancia que hay entre los juegos tradicionales que, supongo, todos hemos tenido de pequeños (del tipo encajar cubiletes: el círculo en el círculo, el cuadrado en el cuadrado...) y una herramienta de juegos tan potente como puede ser el iPad (así, por lo menos, es como lo entiende la madre de Bridger). Lo que me impresiona, en realidad, es que no puedo evitar pensar que manejar el iPad con esa destreza implica una abstracción cognoscitiva más compleja, aunque sólo sea porque requiere dominar una organización jerárquica de las aplicaciones..., etc.
ResponderEliminarLa pregunta termina siendo si el uso de la tecnología afecta a las capacidades cognitivas y de qué manera lo hace (especialmente en las primeras etapas de desarrollo).
Indago un poco sobre el tema y enseguida descubro que existe todo un debate acerca de esto que, por cierto, me parece interesantísimo.
Tal vez se escapa un poco del tema que nos ocupa en este blog, pero sospecho que si la forma de leer, de procesar información, etc., de las generaciones más jóvenes está cambiando, este aspecto debería ser tenido en cuenta en el ámbito de la enseñanza-aprendizaje.
Os dejo un par de links para quien le pueda interesar. Claro que, de seguro, hay mucho más sobre el tema.
http://www.elpais.com/articulo/sociedad/Internet/cambia/forma/leer/pensar/elpepusoc/20081010elpepisoc_1/Tes
http://www.theatlantic.com/magazine/archive/2008/07/is-google-making-us-stupid/6868/